Alicia abre los ojos...

Álvaro ya no puede más, no entiende que Alicia quiera seguir con ese juego, no lo puede aguantar y explota.
Alicia se enfada muchísimo, se siente engañada, acusada injustamente y también explota.
Se están mandando a tomar viento cuando a Álvaro se le abre el corazón… es demasiada tortura para él tenerla tan cerca… se está muriendo. Está roto, machacado, destrozado… No puede más.
Alicia escucha sorprendida. Es la primera vez que él le habla de sus sentimientos con tanta sinceridad…ahora lo entiende todo, se está consumiendo por ella. Ahora comprende su comportamiento, sus acusaciones, su ira… porque está herido de muerte.
Poco a poco se le acerca… su rabia ha desaparecido... una intensa emoción le invade el estómago, hasta su pecho, le quema el alma… toda ella es ternura. Él está allí, siempre ha estado allí... Y se acerca más… con qué exquisita delicadeza le acaricia… él busca su mano, roza sus dedos con los labios, sollozando… abatido. Ella no deja de mirarle… él está allí, siempre ha estado allí… oh Dios! Le quiere, cómo le quiere!
Álvaro la mira aturdido, no comprende, ¿Qué está pasando? Ella se acerca más… quiere ser suya… se agarra a él… pero él no se lo cree, no puede ser… los dedos de Alicia en su boca (no digas nada amor mío, yo también estoy aquí)… y le regala la suya…